En pocos años, la innovación tecnológica y la globalización se han revelado como los motores de un cambio constante que imprime una velocidad de crucero vertiginosa a las actividades cotidianas. Nuevos productos, nuevas técnicas, nuevos mercados, nuevos canales de comercialización o nuevas formas de negocio surgen cada día.
La Propiedad Industrial e Intelectual ofrece a empresas y particulares instrumentos eficaces para proteger a título de patente, marca, modelo, diseño o derecho de autor los frutos de su trabajo diario, trazando fronteras que delimitan el alcance técnico, conceptual y territorial de los derechos de exclusiva que corresponden a cada uno. Estos instrumentos legales contribuyen decisivamente a que la velocidad de los cambios no arrolle los negocios y las iniciativas, porque la protección de los resultados del esfuerzo por innovar es tan importante como las mismas ideas creativas.
La probada eficacia de las herramientas clásicas de registro -patentes, marcas, modelos y diseños- no tiene por qué estar reñida con el desarrollo de la protección del derecho de autor o las denominaciones de origen. No obstante, la proliferación de nuevas formas de identificación en el mercado global (como los nombres de dominio en Internet), la accesibilidad de la información tecnológica y el incremento de la piratería son cuestiones que plantean problemas espinosos.
Una gestión adecuada de los derechos de Propiedad Industrial e Intelectual garantiza la posibilidad de hacer frente a estos retos con éxito. No es difícil, cuando se sabe cómo hacerlo. Ese es nuestro trabajo.